Colegiata de Toro

Ubicada en la localidad de Toro, en la provincia de Zamora, la Colegiata de Santa María la Mayor es una de las joyas del arte románico en Castilla y León. Construida entre finales del siglo XII y principios del XIII, esta iglesia destaca por su imponente arquitectura y su rica historia, siendo un referente del románico de transición hacia el gótico.

La construcción de la colegiata comenzó en tiempos del rey Fernando II de León, alrededor de 1170, y se prolongó durante varias décadas. Su diseño arquitectónico se inspira en la Catedral de Zamora, compartiendo elementos como el cimborrio central y las torres adosadas. La planta basilical de tres naves y el crucero rematado por un cimborrio son características destacadas de este templo, que combina influencias románicas y góticas en su estructura.

La fachada principal, orientada al norte, presenta una portada monumental decorada con arquivoltas que muestran escenas bíblicas, incluyendo el Juicio Final. Esta portada es una de las más representativas del románico en la región y da acceso al interior del templo, donde se pueden apreciar detalles escultóricos y arquitectónicos que reflejan la maestría de los artesanos medievales.

Elementos destacados:

• Pórtico de la Majestad. Situado en el interior de la iglesia, este pórtico gótico conserva su policromía original y representa escenas de la vida de la Virgen, el Juicio Final y músicos medievales. Es una de las obras más singulares del arte románico en España.
• Portadas laterales. La portada septentrional es la principal entrada al templo, mientras que la del mediodía, de estilo cisterciense, ofrece una visión más austera y elegante, con decoración geométrica-vegetal.
• Sacristía y museo. En la sacristía se encuentra un pequeño museo que alberga piezas de gran valor artístico, como la Virgen de la Mosca, un Calvario de marfil y carey, y una custodia de plata de 1538, obra de Juan Gago Díez. También se conserva el cráneo de San Valentín, patrón de la ciudad.

La Colegiata de Santa María la Mayor se erige sobre una colina, ofreciendo vistas panorámicas del río Duero y de la vega toresana. Su ubicación estratégica permite a los visitantes disfrutar de un entorno natural y urbano que combina historia, cultura y paisaje.

Además de su valor arquitectónico, la colegiata es un lugar de culto activo y sede de diversas actividades religiosas y culturales. Las visitas guiadas permiten conocer en profundidad la historia y los secretos de este monumento, haciendo de la experiencia algo enriquecedor para todos los públicos.

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